La pobreza trepó casi 10 puntos en tres meses y alcanzó a casi el 55% de la gente en el primer trimestre de 2024, mientras que la indigencia alcanzó a una de cada cinco personas en el mismo período.
Se trata de cifras de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec para los principales 32 aglomerados urbanos, procesadas por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), a las que accedió El Destape.
Los datos revelan que la pobreza alcanzó al 54,9% de las personas en el primer trimestre de 2024, un aumento de 9,7 puntos porcentuales respecto al último trimestre de 2023, mostrando el impacto de la devaluación y el ajuste de shock implementados por el gobierno de Javier Milei. En la comparación interanual, respecto al primer trimestre de 2023, la suba fue de 16,2 puntos.
En paralelo, la indigencia alcanzó al 20,3% de las personas en el primer trimestre de 2024, una suba de 5,7 puntos respecto al cuarto trimestre de 2023 y de 11,4 puntos respecto al primer trimestre de 2023. El aumento fue menor que en la pobreza debido a la suba real de los subsidios a los sectores vulnerables, como la AUH y la Tarjeta Alimentar.
En total, unos 23 millones de pobres, de los cuales 8,4 millones son indigentes.
Otras cifras provistas por este procesamiento de datos de la UCA son igual de preocupantes. En los menores de edad (0 a 17 años), la pobreza alcanzó en el primer trimestre al 70% (una suba intertrimestral de 7,3 puntos), y la indigencia al 30,8% (una suba intertrimestral de 6,5 puntos).
Además, en el conurbano bonaerense (Gran Buenos Aires excluyendo CABA) la pobreza trepó al 61,9% (una suba intetrimestral de 11,8 puntos) y la indigencia al 25% (una suba intertrimestral de 7 puntos). Los aglomerados urbanos con mayor nivel de pobreza fueron Gran Resistencia (Chaco) con 79,5%, Formosa con 72,1%, La Rioja con 68% y Santiago del Estero con 67,1%.
Casi 6 de 10 argentinos usan sus ahorros para pagar gastos
Casi 6 de 10 argentinos usa sus ahorros para afrontar gastos mensuales y 8 de 10 debieron inclinarse por comprar productos de segundas y terceras marcas. Los datos muestran una recesión que no se detiene.
Fue el propio ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseveró días atrás que la gente iba a empezar a vender sus dólares para pagar tarifas o servicios.